La alopecia androgénica en mujeres es algo que muchas veces no se menciona tanto, pero afecta a un gran número de personas. Si has notado que tu cabello se va adelgazando, se cae más de lo normal o tienes algunas zonas más despejadas, es posible que estés experimentando esta condición.
No te preocupes, no estás sola en esto, y lo mejor es que hoy en día existen muchos tratamientos que pueden ayudarte a controlar la situación y mejorar la salud de tu cabello.
Hoy te hablaremos sobre la alopecia androgénica, por qué ocurre, cómo identificarla y qué opciones de tratamiento existen para que puedas recuperar el control. ¡Sigue leyendo!
Índice de contenidos
Toggle¿Qué es la alopecia androgénica?
La alopecia androgénica es una de las formas más comunes de pérdida de cabello, y se produce tanto en hombres como en mujeres. Este tipo de caída del cabello está relacionada principalmente con factores hormonales y genéticos.
Aunque muchas veces se asocia con los hombres, la alopecia androgénica femenina también es muy frecuente, sobre todo a partir de los 40 años, aunque puede aparecer antes.
A diferencia de otras tipos de alopecia, la alopecia androgénica en mujeres no suele provocar calvas o zonas totalmente sin cabello.
Lo que suele ocurrir es que el cabello se va afinando y perdiendo densidad, especialmente en la parte superior de la cabeza, creando una sensación de adelgazamiento generalizado.
En algunos casos, puede haber una línea de retroceso en el cabello o un aumento de la caída en ciertas áreas.
La principal causa de esta caída capilar está relacionada con la genética y las hormonas.
En particular, la acción de los andrógenos, que son hormonas masculinas presentes también en el cuerpo de las mujeres, afecta a los folículos capilares, haciendo que se encojan con el tiempo y que el cabello crezca más débil y fino.
Si tienes antecedentes familiares de alopecia androgénica, es posible que seas más propensa a desarrollarla.
Es importante saber que, aunque este tipo de alopecia no tiene cura, sí existen tratamientos y soluciones para frenar su avance y mejorar la salud de tu cabello.
Así que, ¡no te preocupes! Con el tratamiento adecuado, puedes mantener un cabello más fuerte y voluminoso.
Causas de la alopecia androgénica en mujeres
La alopecia androgénica en mujeres es una condición compleja que involucra una combinación de factores genéticos, hormonales y de la edad. Aunque la causa principal suele ser genética, existen algunas posibles causas que podrían acelerar el proceso o empeorar los síntomas.
Genética
La predisposición genética es uno de los factores más determinantes. Si tienes familiares cercanos, especialmente madre o abuelos, que han sufrido de alopecia androgénica, es más probable que también la desarrolles.
La genética influye en cómo los folículos capilares responden a las hormonas, afectando su tamaño y la rapidez con la que el cabello se debilita.
Hormonas (andrógenos)
Los andrógenos son hormonas masculinas que también están presentes en las mujeres, pero en menor cantidad. Estas hormonas, como la testosterona, pueden influir en los folículos pilosos.
En las mujeres con alopecia androgénica, los andrógenos pueden acortar la fase de crecimiento del cabello y reducir el tamaño de los folículos, haciendo que el cabello crezca más fino y débil.
Durante ciertos momentos de la vida de una mujer, como la menopausia, los niveles hormonales cambian y pueden contribuir a la caída del cabello.
La disminución de estrógenos y el aumento relativo de andrógenos puede ser una de las razones por las que muchas mujeres experimentan esta condición en la edad adulta.
Cambios hormonales durante el embarazo y la lactancia
Las mujeres pueden experimentar cambios hormonales importantes durante el embarazo y después del parto. Durante el embarazo, los niveles de estrógeno aumentan y pueden hacer que el cabello crezca más fuerte y espeso.
Sin embargo, después del parto, los niveles hormonales vuelven a equilibrarse y muchas mujeres experimentan una caída de cabello considerable.
Este tipo de caída no es necesariamente alopecia androgénica, pero en algunas mujeres, puede desencadenar o agravar la predisposición genética a la alopecia androgénica.
Envejecimiento
Con el paso del tiempo, el envejecimiento natural del cuerpo también afecta al cabello. A medida que envejecemos, la capacidad de los folículos capilares para producir cabello se reduce, lo que puede llevar a un adelgazamiento progresivo del cabello.
Aunque este proceso es más notable en mujeres postmenopáusicas, también puede comenzar a manifestarse en mujeres más jóvenes, especialmente si tienen una predisposición genética.
Trastornos médicos y medicamentos
Algunos trastornos médicos, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), están relacionados con desequilibrios hormonales que pueden contribuir a la alopecia androgénica.
Además, ciertos medicamentos, como los que se utilizan para tratar problemas hormonales, anticonceptivos, o fármacos para la hipertensión, pueden influir en la caída del cabello.
Estrés
Aunque no es una causa directa, el estrés puede empeorar la caída del cabello en personas predispuestas a la alopecia androgénica.
El estrés prolongado puede influir en el equilibrio hormonal y contribuir a que el cabello se caiga más rápido de lo normal.
¿Cómo reconocer los síntomas de la alopecia androgénica?
Reconocer los síntomas de la alopecia androgénica femenina puede ser un poco complicado al principio, porque el adelgazamiento del cabello suele ocurrir de manera gradual. Sin embargo, hay señales clave que pueden ayudarte a identificarla.
- Adelgazamiento generalizado del cabello. Uno de los primeros síntomas de la alopecia androgénica en mujeres es un adelgazamiento generalizado del cabello. No se trata de una caída repentina o de grandes cantidades de pelo en el cepillo, sino de un cabello más fino, que pierde volumen y densidad. Si notas que tu melena se ve menos densa o más “flaca” de lo normal, podría ser una señal de que estás comenzando a experimentar alopecia androgénica.
- Retroceso en la línea del cabello. A diferencia de los hombres, en las mujeres, el retroceso de la línea del cabello no suele ser tan marcado. Sin embargo, puedes notar que el cabello en las zonas frontales o en la parte superior de la cabeza comienza a despejarse de manera más pronunciada. En algunos casos, este retroceso puede ser más sutil y difícil de notar a simple vista, pero puede volverse más evidente con el tiempo.
- Caída de cabello en la parte superior de la cabeza. La alopecia androgénica femenina suele comenzar en la coronilla o en la parte superior de la cabeza, extendiéndose poco a poco hacia las zonas circundantes. A diferencia de otros tipos de caída de cabello, como la causada por estrés o deficiencias nutricionales, en la alopecia androgénica el adelgazamiento es más difuso y afecta principalmente a la zona central del cuero cabelludo, sin dejar zonas completamente calvas.
- Cabello más débil y quebradizo. El cabello se va haciendo cada vez más débil, quebradizo y menos resistente al peinado o al uso de herramientas de calor. Si notas que tu cabello se parte más fácilmente o que tienes dificultades para mantener su forma, puede ser un síntoma de alopecia androgénica. Los folículos capilares que se ven afectados por los andrógenos se vuelven más pequeños, lo que impide que el cabello crezca con la misma fuerza que antes.
- Aumento de la caída del cabello en ciertos momentos del mes. En algunas mujeres, la alopecia androgénica puede estar influenciada por el ciclo menstrual. A menudo, las fluctuaciones hormonales a lo largo del mes pueden hacer que el cabello se caiga más de lo normal en ciertos momentos. Si notas que la caída del cabello se incrementa en determinados días, especialmente en la etapa premenstrual, puede estar relacionado con la alopecia androgénica.
- Ausencia de parches de calvicie completos. Una característica distintiva de la alopecia androgénica femenina es que rara vez causa calvas completas. En lugar de grandes áreas sin cabello, lo que ocurre es un adelgazamiento progresivo que da lugar a zonas más delgadas. En algunos casos, puede haber una ligera separación en el cabello en la coronilla o en la zona superior, pero la pérdida no es tan agresiva como en los hombres.
- Notas cambios a partir de los 40 años. Aunque la alopecia androgénica puede comenzar a cualquier edad, es más común que se haga más evidente después de los 40 años, especialmente con la llegada de la menopausia, cuando los niveles de estrógenos disminuyen y los andrógenos tienen un mayor impacto en los folículos pilosos. Si estás en esta etapa de la vida y comienzas a notar algunos de los síntomas mencionados, es importante estar atenta.
Tratamientos efectivos para la alopecia androgénica en mujeres
Si estás lidiando con la alopecia androgénica, no te preocupes, ¡hay tratamientos efectivos que pueden ayudarte a mejorar la salud de tu cabello! Lo más importante es que te acerques a un especialista para encontrar el tratamiento adecuado para ti, pero aquí te cuento algunas opciones que han demostrado ser eficaces para muchas mujeres.
Minoxidil (solución tópica)
El minoxidil es uno de los tratamientos más comunes y recomendados para la alopecia androgénica. Se trata de una solución tópica que se aplica directamente sobre el cuero cabelludo, generalmente dos veces al día. Aunque su uso no detiene por completo la caída del cabello, puede ayudar a estimular el crecimiento de nuevos cabellitos y mejorar la densidad capilar.
La ventaja del minoxidil es que es fácil de usar y está disponible en diferentes concentraciones, adaptándose a las necesidades de cada persona.
Finasteride (medicación oral)
La finasterida es un medicamento oral que se usa para bloquear la acción de los andrógenos en el cuero cabelludo, que son los responsables del debilitamiento del cabello. Aunque es más conocido en hombres, en algunas mujeres también se prescribe, especialmente en aquellas que ya han pasado la menopausia.
Sin embargo, su uso debe ser bajo supervisión médica, ya que tiene algunos efectos secundarios, como alteraciones hormonales. Es importante hablar con un dermatólogo para saber si es adecuado para ti.
Terapia con láser (Low-Level Laser Therapy – LLLT)
La terapia con láser es una opción no invasiva que utiliza luces de baja intensidad para estimular los folículos capilares y promover el crecimiento del cabello. Existen dispositivos como peines, cascos o diademas que puedes usar en casa para recibir este tratamiento.
Aunque los resultados pueden ser más lentos y requieren constancia, muchas mujeres encuentran que esta terapia les ayuda a mejorar la densidad y la calidad del cabello.
PRP (Plasma Rico en Plaquetas)
La plasmoterapia o PRP es un tratamiento en el que se utiliza tu propia sangre para extraer plasma rico en plaquetas, que luego se inyecta en el cuero cabelludo. Este tratamiento tiene como objetivo estimular el crecimiento capilar y mejorar la circulación en la zona afectada.
Los resultados suelen ser progresivos, y aunque es un tratamiento algo costoso, muchas mujeres reportan mejoras significativas en el grosor y la densidad de su cabello.
Microneedling (dermarolling)
El microneedling o dermarolling es un tratamiento que utiliza pequeñas agujas para hacer microperforaciones en el cuero cabelludo. Estas microlesiones estimulan la producción de colágeno y mejoran la circulación sanguínea, lo que puede ayudar a que los folículos pilosos se revitalicen.
Aunque los resultados no son inmediatos, muchas mujeres notan una mejora tras varias sesiones, y es un tratamiento que se puede combinar con otros para obtener mejores resultados.
Suplementos y vitaminas
En algunos casos, complementar los tratamientos tópicos o orales con suplementos nutricionales puede ayudar a fortalecer el cabello. Vitaminas como biotina, vitamina D, vitamina E y ácido fólico son fundamentales para la salud capilar. Además, minerales como el hierro y el zinc también son importantes, especialmente si sufres de deficiencias.
Consulta con tu médico para ver si necesitas algún suplemento específico.
Trasplante capilar (en casos más graves)
Si la alopecia androgénica ha avanzado significativamente y los tratamientos anteriores no han dado resultados, un trasplante capilar puede ser una opción. Este procedimiento quirúrgico consiste en tomar folículos de zonas del cuero cabelludo donde el cabello es más denso (generalmente la parte posterior de la cabeza) y trasplantarlos a las áreas afectadas por la alopecia.
Es una solución más invasiva, pero puede ser muy efectiva a largo plazo.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
La caída del cabello puede ser una experiencia emocionalmente difícil, pero tienes que saber que no estás sola en esto.
A veces, el miedo o la inseguridad nos impiden pedir ayuda, pero lo más importante es que si estás notando que algo no va bien, buscar ayuda profesional es lo mejor que puedes hacer.
Si empiezas a notar que tu cabello está cayendo más de lo normal, o si tu línea capilar está retrocediendo, no ignores estas señales. El adelgazamiento progresivo o la aparición de zonas más despejadas son indicios de que algo está ocurriendo.
No esperes a que el problema empeore, ya que cuanto antes actúes, más opciones de tratamiento tendrás.
Si la caída no se detiene después de un tiempo
Es normal perder algo de cabello cada día, pero si la caída es constante y no parece mejorar, es hora de pedir ayuda. A veces, los cambios hormonales, el estrés o las deficiencias nutricionales pueden ser la causa, y un profesional podrá ayudarte a identificar la raíz del problema.
Si sientes que tu cabello está más delgado, débil y quebradizo, o si el volumen de tu melena ha disminuido, un especialista podrá evaluar tu cuero cabelludo y ofrecerte las mejores opciones para fortalecerlo y estimular el crecimiento.
Si notas cambios hormonales (menopausia, embarazo, etc.)
Si estás atravesando un cambio hormonal importante, como la menopausia, embarazo o uso de anticonceptivos, y has notado que tu cabello está más débil o que la caída aumenta, es recomendable que hables con uno de nuestros especialistas.
En Clínicas Apolo IME podemos ayudarte a determinar si se trata de un cambio temporal relacionado con las hormonas o si hay un problema más profundo que tratar.
Si la caída del cabello afecta tu autoestima
La caída de cabello puede afectar seriamente cómo te sientes contigo misma. Si esto está afectando tu confianza y bienestar emocional, no dudes en buscar ayuda. Los especialistas no solo te guiarán con tratamientos efectivos, sino que también te ofrecerán apoyo y consejo para afrontar esta situación con más tranquilidad.
Cuando no sabes la causa de la caída
A veces la causa de la alopecia androgénica no es tan clara. Si no sabes por qué tu cabello está cayendo y estás confundida o preocupada, lo mejor es consultar con un experto. Un diagnóstico preciso es clave para elegir el tratamiento adecuado y evitar que la situación empeore.
Si has probado productos para la caída del cabello sin obtener resultados o si la caída sigue empeorando, puede que lo que necesites sea un tratamiento más avanzado o una combinación de métodos para conseguir los resultados que esperas.
Algunos consejos para prevenir la alopecia androgénica
Aunque la alopecia androgénica suele estar relacionada con la genética y las hormonas, hay algunas cosas que puedes hacer para intentar prevenirla o al menos retrasarla.
Aunque no siempre se pueda evitar por completo, hacer algunos cambios en tu rutina diaria puede marcar la diferencia.
Aquí te dejamos algunos consejos que pueden ayudarte a cuidar tu cabello:
- Mantén un estilo de vida saludable. Una alimentación balanceada es fundamental para mantener la salud de tu cabello. Consumir una dieta rica en vitaminas, minerales y proteínas es esencial. Alimentos como el salmon, nueces, frutas y verduras contribuyen a la fortaleza de tu cabello. Evita dietas muy restrictivas que puedan privarte de nutrientes esenciales, ya que esto podría contribuir a la caída del cabello.
- Controla el estrés. El estrés es un factor que puede acelerar la caída del cabello en algunas personas. La alopecia androgénica generalmente se ve exacerbada por situaciones de tensión emocional o estrés crónico. Practicar técnicas de relajación como yoga, meditación o respiración profunda puede ayudarte a reducir el impacto del estrés en tu cuerpo, y, por lo tanto, en tu cabello.
- Evita el uso excesivo de productos químicos. Tratamientos agresivos como el uso frecuente de tintes, alisados o permanentes pueden debilitar el cabello y hacerlo más propenso a la caída. Si te sometes a estos tratamientos, asegúrate de darle a tu cabello el tiempo necesario para recuperarse entre sesiones. Opta por productos más naturales siempre que sea posible y trata de mantener la salud de tu cuero cabelludo.
- Protege tu cabello del daño físico. El cabello puede debilitarse por el uso constante de herramientas de calor, como planchas, secadores o rizadores. Si no puedes evitar usarlos, asegúrate de aplicar siempre un protector térmico antes de exponerlo al calor. Además, evita peinados muy tirantes, como coletas o trenzas, que pueden causar daño y debilidad en el cabello.
- No te laves el cabello con demasiada frecuencia. Lavar el cabello en exceso puede eliminar los aceites naturales del cuero cabelludo, lo que provoca sequedad y debilidad capilar. Lo ideal es lavar el cabello entre 2 y 3 veces por semana, dependiendo de tu tipo de cabello. Utiliza shampoos suaves y específicos para tu tipo de cabello para mantener el equilibrio adecuado.
- Mantén un cuero cabelludo saludable. La salud del cuero cabelludo es clave para el crecimiento del cabello. Asegúrate de mantenerlo limpio y libre de productos acumulados que puedan obstruir los poros. Un masaje capilar regular con aceites naturales, como el de romero o argán, puede estimular la circulación y favorecer el crecimiento saludable del cabello.
- Considera el uso de suplementos. Si sientes que no estás obteniendo suficientes nutrientes a través de la alimentación, algunos suplementos como la biotina, vitamina D, vitamina E, zinc y ácido fólico pueden ayudarte a mantener tu cabello fuerte y saludable. Siempre consulta con un especialista antes de iniciar un régimen de suplementos, para asegurarte de que son adecuados para ti.
- Realiza chequeos regulares con un dermatólogo. Si tienes antecedentes familiares de alopecia androgénica o estás notando cambios en la textura o volumen de tu cabello, lo ideal es visitar a un dermatólogo. Ellos pueden ayudarte a identificar si hay factores adicionales que estén contribuyendo a la caída del cabello, como desequilibrios hormonales o problemas de salud. Detectar el problema de manera temprana puede ayudarte a prevenir un empeoramiento.
En Clínicas Apolo IME estamos contigo, y te ayudaremos a encontrar una solución a tu problema. Pregúntanos sin compromiso. ¡Tu primera cita es gratis!