¿Has oído hablar de las ondas de choque pero no tienes claro en qué consisten o para qué se utilizan?
Este tratamiento ha revolucionado tanto la medicina como la estética, y cada vez es más habitual encontrarlo en clínicas especializadas.
Si te preguntas cómo pueden ayudarte las ondas de choque, en qué casos están indicadas o cuánto cuesta una sesión, aquí vas a encontrar todas las respuestas.
Te lo explicaremos de forma sencilla y cercana, para que sepas exactamente qué puedes esperar de este innovador tratamiento y si es lo que necesitas para mejorar tu salud o tu aspecto.
Índice de contenidos
Toggle- ¿Qué son las ondas de choque?
- ¿Cómo funcionan las ondas de choque en medicina y estética?
- Beneficios de las ondas de choque: ¿para qué sirven?
- Principales aplicaciones de las ondas de choque
- ¿Cómo es una sesión de tratamiento con ondas de choque?
- ¿Cuántas sesiones suelen ser necesarias?
- Contraindicaciones y posibles efectos secundarios
- Precio de las ondas de choque: ¿cuánto cuesta el tratamiento?
- Algunas preguntas frecuentes
¿Qué son las ondas de choque?
Las ondas de choque son ondas acústicas de alta energía que se transmiten a través de los tejidos del cuerpo con un objetivo terapéutico. Aunque suene muy técnico, en realidad se trata de una tecnología médica que utiliza vibraciones intensas y controladas para estimular la regeneración y reparación de los tejidos.
Estas ondas se generan mediante un dispositivo especial y se aplican de forma localizada sobre la zona a tratar. Al penetrar en el cuerpo, provocan una serie de microlesiones controladas que activan los mecanismos naturales de curación, mejoran la circulación sanguínea y favorecen la formación de nuevos vasos sanguíneos.
En medicina y estética, las ondas de choque se han convertido en una herramienta muy versátil, ya que permiten tratar desde lesiones musculares y tendinosas hasta problemas estéticos como la celulitis o la flacidez de la piel.
Además, su uso es seguro, no invasivo y prácticamente indoloro, lo que las convierte en una opción muy atractiva si buscas resultados efectivos sin pasar por el quirófano.
¿Cómo funcionan las ondas de choque en medicina y estética?
El funcionamiento de las ondas de choque en medicina y estética se basa en la aplicación de energía acústica de alta intensidad sobre una zona concreta del cuerpo. Este tipo de energía, al penetrar en los tejidos, provoca una serie de efectos biológicos que estimulan la reparación y regeneración celular.
En medicina, las ondas de choque se utilizan principalmente para tratar lesiones musculares, tendinopatías, calcificaciones y dolores crónicos. Lo que hacen es activar la circulación sanguínea, romper depósitos de calcio y favorecer la producción de colágeno, lo que acelera la recuperación y reduce el dolor.
Por ejemplo, si tienes una tendinitis o una fascitis plantar, este tratamiento puede ayudarte a recuperarte más rápido y de forma menos invasiva que otros métodos tradicionales.
En el campo de la estética, las ondas de choque se han convertido en una herramienta muy eficaz para combatir la celulitis, la flacidez y mejorar la textura de la piel.
Al estimular la microcirculación y el drenaje linfático, ayudan a eliminar toxinas, reducir la acumulación de grasa localizada y mejorar la elasticidad cutánea.
Además, favorecen la formación de nuevo colágeno, lo que se traduce en una piel más firme y rejuvenecida.
Resumiendo, las ondas de choque actúan como un “despertador” para tus tejidos, activando los procesos naturales de curación y regeneración, tanto si buscas recuperarte de una lesión como si quieres mejorar el aspecto de tu piel.
Todo esto, de forma segura, no invasiva y con resultados visibles en pocas sesiones.
Beneficios de las ondas de choque: ¿para qué sirven?
Además de para “mejorar la piel” o “acelerar la recuperación”, tienen diversos efectos beneficiosos en distintos tejidos y patologías. Como por ejemplo:
- Estimulación de la angiogénesis: Las ondas de choque favorecen la formación de nuevos vasos sanguíneos en los tejidos dañados. Esto es clave, por ejemplo, en úlceras crónicas o heridas que no cicatrizan, ya que mejora el aporte de oxígeno y nutrientes, acelerando la curación.
- Disolución de calcificaciones: En patologías como la tendinitis calcificante del hombro, las ondas de choque pueden fragmentar los depósitos de calcio, facilitando su reabsorción por el organismo y evitando, en muchos casos, la cirugía.
- Efecto analgésico inmediato: Al actuar sobre las terminaciones nerviosas, las ondas de choque pueden reducir el dolor de forma rápida, incluso en casos de dolor crónico resistente a otros tratamientos.
- Estimulación de células madre: Hay estudios que demuestran que este tratamiento puede activar células madre locales, lo que favorece la regeneración de tejidos, especialmente en lesiones musculares y óseas.
- Mejora de la función eréctil: En urología, las ondas de choque de baja intensidad se utilizan para tratar la disfunción eréctil de origen vascular, ya que mejoran la circulación sanguínea en el pene y estimulan la regeneración de los vasos.
- Reducción de fibrosis y adherencias: En cicatrices internas o tras cirugías, las ondas de choque pueden ayudar a romper las adherencias y mejorar la elasticidad de los tejidos.
- Tratamiento de celulitis rebelde: No solo actúan sobre la grasa, sino que mejoran la estructura del tejido conectivo, lo que ayuda a suavizar la piel y reducir el aspecto de “piel de naranja” incluso en casos resistentes a otros tratamientos.
- Recuperación postquirúrgica: Se están utilizando para acelerar la recuperación tras cirugías ortopédicas, ya que reducen la inflamación y favorecen la integración de injertos o prótesis.
Principales aplicaciones de las ondas de choque
Las ondas de choque han demostrado ser una herramienta muy versátil, y su uso se ha extendido a diferentes especialidades gracias a sus efectos regeneradores y antiinflamatorios.
En odontología
En odontología, las ondas de choque se utilizan sobre todo para tratar problemas como la periimplantitis, la periodontitis y las lesiones óseas.
Ayudan a estimular la regeneración de los tejidos alrededor de los implantes dentales, favorecen la cicatrización y reducen la inflamación. También pueden ser útiles en casos de dolor orofacial crónico o para acelerar la recuperación tras una cirugía oral.
En medicina
En este ámbito, su uso es muy amplio. Son especialmente efectivas en el tratamiento de lesiones musculares y tendinosas, como tendinitis, fascitis plantar, epicondilitis (codo de tenista), espolón calcáneo o contracturas musculares.
Además, se emplean para tratar calcificaciones, estimular la curación de fracturas óseas que no consolidan bien y aliviar el dolor crónico en diferentes partes del cuerpo.
En medicina estética
Las ondas de choque se han convertido en un tratamiento estrella para combatir la celulitis, la flacidez y la grasa localizada.
También se utilizan para mejorar la textura de la piel, tratar estrías y cicatrices, y favorecer la regeneración cutánea tras procedimientos estéticos. Gracias a su capacidad para estimular la producción de colágeno y mejorar la circulación, los resultados suelen ser visibles en pocas sesiones y sin necesidad de cirugía.
Como ves, las ondas de choque tienen aplicaciones muy variadas y pueden ayudarte tanto a nivel médico como estético, siempre adaptándose a tus necesidades y objetivos.
¿Cómo es una sesión de tratamiento con ondas de choque?
Una sesión de tratamiento con ondas de choque es un proceso sencillo, rápido y cómodo para ti. Lo primero que hará el especialista es valorar tu caso y determinar la zona exacta a tratar. Después, te acomodarás en la camilla y se aplicará un gel conductor sobre la piel, que facilita la transmisión de las ondas y mejora la eficacia del tratamiento.
A continuación, el profesional colocará el cabezal del dispositivo sobre la zona seleccionada y comenzará a emitir las ondas de choque. Notarás una serie de pulsaciones o golpecitos rítmicos, que pueden resultar algo intensos pero, en general, no suelen ser dolorosos.
La sensación es similar a un masaje profundo y, si en algún momento te resulta molesto, puedes decírselo al especialista para ajustar la intensidad.
La duración de la sesión suele estar entre 10 y 20 minutos, dependiendo del área y del objetivo del tratamiento. Al terminar, puedes volver a tu rutina diaria sin problemas, ya que no requiere reposo ni cuidados especiales. En algunos casos, podrías notar un leve enrojecimiento o sensibilidad en la zona tratada, pero estos efectos desaparecen rápidamente.
¿Cuántas sesiones suelen ser necesarias?
El número de sesiones necesarias con ondas de choque depende mucho del problema que quieras tratar, de tu estado de salud y de cómo responda tu cuerpo al tratamiento. Por lo general, en lesiones musculares o tendinosas, suelen recomendarse entre 3 y 6 sesiones, espaciadas una vez por semana.
En algunos casos más complejos, como calcificaciones o lesiones crónicas, puede que necesites alguna sesión extra para conseguir los mejores resultados.
En tratamientos estéticos, como la celulitis o la flacidez, lo habitual es realizar entre 6 y 10 sesiones, también con una frecuencia semanal o quincenal, según la valoración del especialista y tus objetivos.
Lo bueno es que los efectos suelen empezar a notarse desde las primeras sesiones, aunque el resultado final se aprecia mejor al completar el ciclo recomendado.
Recuerda que cada persona es diferente, así que el número exacto de sesiones se adapta a tus necesidades y a la evolución que vayas mostrando. El especialista irá valorando tu progreso y ajustando el tratamiento para que consigas el mejor resultado posible.
Contraindicaciones y posibles efectos secundarios
Aunque las ondas de choque son un tratamiento seguro y no invasivo, existen algunas contraindicaciones y posibles efectos secundarios que es importante que conozcas antes de empezar.
No se recomienda realizar este tratamiento si tienes problemas de coagulación, llevas anticoagulantes, tienes infecciones activas en la zona a tratar o presentas tumores. Tampoco está indicado en mujeres embarazadas, personas con marcapasos o con prótesis metálicas en la zona donde se aplicarán las ondas.
Si tienes alguna enfermedad grave o crónica, siempre es fundamental que lo consultes con el especialista antes de iniciar el tratamiento.
En cuanto a los efectos secundarios, suelen ser leves y transitorios. Es posible que notes enrojecimiento, hinchazón, pequeños hematomas o una ligera molestia en la zona tratada, pero estos síntomas suelen desaparecer en pocas horas o días.
En casos muy raros, puede aparecer dolor más intenso o una reacción inflamatoria, pero lo habitual es que el tratamiento sea bien tolerado.
En lineas generales, las ondas de choque son una opción segura para la mayoría de las personas, pero siempre es importante una valoración médica previa para descartar cualquier contraindicación y adaptar el tratamiento a tus necesidades.
Aunque si tienes dudas o alguna condición especial, no dudes en preguntarnos antes de empezar tu tratamiento.
Precio de las ondas de choque: ¿cuánto cuesta el tratamiento?
El precio de un tratamiento con ondas de choque puede variar bastante según la clínica, la zona a tratar y el número de sesiones que necesites.
De forma orientativa, el precio por sesión suele situarse entre 40 y 80 euros, aunque en algunos centros especializados el precio puede ser algo superior, sobre todo si se utilizan equipos de última generación o si el tratamiento es muy específico.
Muchas clínicas ofrecen bonos o paquetes de varias sesiones, lo que suele resultar más económico que pagar cada sesión por separado.
Por ejemplo, un bono de 5 o 6 sesiones puede rondar entre 200 y 400 euros, dependiendo de la clínica y de si el tratamiento es médico o estético.
Es importante que tengas en cuenta que el precio también puede variar según la experiencia del profesional, la calidad de los equipos y la localización de la clínica.
Lo ideal es que pidas un presupuesto personalizado tras una valoración inicial, para saber exactamente cuánto te costará el tratamiento en tu caso concreto y cuántas sesiones vas a necesitar.
Recuerda que, aunque el precio es un factor importante, lo más recomendable es elegir una clínica de confianza, con profesionales cualificados y equipos de calidad, para asegurarte de que el tratamiento sea seguro y realmente efectivo para ti.
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Algunas preguntas frecuentes
Antes de empezar un tratamiento con ondas de choque es normal que te surjan algunas dudas. Intentaremos responder las más comunes que nos plantean muchos de nuestros pacientes.
¿Duele el tratamiento con ondas de choque?
En general, el tratamiento no es doloroso, aunque puedes notar una sensación de golpeteo o presión en la zona tratada. Si en algún momento te resulta molesto, el especialista puede ajustar la intensidad para que te sientas cómodo.
¿Cuánto dura cada sesión?
Las sesiones suelen durar entre 10 y 20 minutos, dependiendo de la zona y del objetivo del tratamiento.
¿Cuándo se empiezan a notar los resultados?
En muchos casos, los resultados se empiezan a notar desde las primeras sesiones, aunque el efecto completo suele apreciarse al finalizar el ciclo recomendado.
¿Puedo hacer vida normal después del tratamiento?
Sí, puedes retomar tu rutina diaria inmediatamente después de cada sesión, ya que no requiere reposo ni cuidados especiales.
¿Es compatible con otros tratamientos?
En la mayoría de los casos, las ondas de choque pueden combinarse con otros tratamientos médicos o estéticos, pero siempre es recomendable que lo consultes con el especialista para asegurarte de que es la mejor opción para ti.
¿Hay algún riesgo o efecto secundario importante?
Los efectos secundarios suelen ser leves y temporales, como enrojecimiento o una ligera molestia en la zona tratada. Las contraindicaciones son pocas, pero es fundamental una valoración previa para descartar cualquier problema.
Si te queda alguna pregunta en el aire siempre puedes venir a visitarnos. ¡Recuerda que en Clínicas Apolo IME tu primera consulta es gratis!